El mutualismo es una ideología política cuyos ideales más altos son la libertad y la reciprocidad —entendida esta última como la abolición del privilegio—. Los mutualistas son individualistas porque la libertad sólo puede plasmarse en el individuo de carne y hueso, libre y propietario de los frutos de su trabajo; pero son socialistas porque esas ideas, liberadas de intereses espurios y llevadas a sus últimas consecuencias, resuelven las reclamas básicas del socialismo. Los dos principios del mutualismo son:
Abolir el capitalismo por medio del libre mercado
Dado que el predominio abrumador de la gran empresa jerárquica y el trabajo asalariado son resultado del monopolio, el privilegio y las subvenciones estructurales, su abolición conduciría a una sociedad de empresas más descentralizadas y participativas, con más autónomos, cooperativas y emprendedores. La competencia tendería a elevar los salarios, disminuir los beneficios y desconcentrar la riqueza acumulada en pocas manos. Pensemos por ejemplo en el efecto que tendría la abolición de las patentes no sólo en el cártel de la industria farmacéutica —irrealizable en otras condiciones—, sino en las personas que hoy tienen que pagar cinco, diez y hasta cuarenta veces el coste de producción cuando compran medicamentos.
Disolver las funciones del Estado en la sociedad.
Reemplazando tanto como sea posible las relaciones de autoridad por las relaciones voluntarias. Esto significa entregar la educación a cooperativas de profesores, mutualizar la sanidad, despenalizar el uso de las drogas y una larga sucesión de reformas. Un sector anarquista considera que, llevando este principio a sus últimas consecuencias, deberíamos prescindir completamente del Estado a través de la organización libre y mutualista de los servicios de policía, ley y justicia. Otro sector, federalista o partidario de un impuesto único, toma el Estado como un mal menor a ser limitado y descentralizado, pero del que no puede prescindirse completamente.
Para llegar hasta su meta, los mutualistas han propuesto tradicionalmente una serie de prácticas que van desde “construir la nueva sociedad en la cáscara de la vieja”, formar contrainstituciones y empresas alternativas hasta la participación electoral.
Principales autores sobre mutualismo y cooperación