La aplicación del derecho del enemigo, por el cual se actúa y juzga no lo que se hace sino quien lo hace, a toda suerte de disidencia política y social es una deriva más del estado autoritario y punitivo. Las últimas reformas penales, el Código Penal, Ley de Seguridad Ciudadana, Ley de Seguridad Privada, Ley de Justicia Gratuita, etc. con los que el Estado lucha por la adhesión de la ciudadanía al nuevo proyecto a través del miedo… miedo a protestar por la posibilidad de ser multado, golpeado o detenido. La adhesión de la ciudadanía al Estado a través del miedo no es una característica de un Estado democrático sino de uno autoritario. Es una batería represiva y su afectación a la lucha de la disidencia política, por pacífica que esta sea explica en uno de sus numerosos artículos publicados.
Sara López, Comisión Legal Sol
2017-09-25